Después de tanta convivencia, fiesta y descanso, regresamos por fin a nuestra rutina habitual, cosa que agradezco porque ya extrañaba mi vida normal. Y entre las cosas buenas que provoca la época navideña está ese estado de reflexión y agradecimiento que nos hace realizar inevitablemente...los propósitos para el año nuevo. Si, esa misma lista que reciclamos cada año y que muchos ya hicieron a un lado, varias veces.
Pero para aquellos a quienes les dura el entusiasmo y comienzan a botarlos pasando el primer trimestre del año, quiero hacerles una sugerencia. Qué tal si en lugar de hacer una lista de propósitos realizamos un Proyecto de vida??
Si me preguntas cuál es la diferencia, yo creo que en un proyecto se involucran, además de los pensamientos, los sentimientos. La lista no deja de ser un montón de ideas de cosas que deberías hacer, en el proyecto vas a plasmar las cosas que en verdad quieres hacer y tener.
El primer paso es que tienes que hacerlo por escrito, cuando lo plasmas en papel estás haciendo un compromiso contigo misma/o, pero también estás elaborando una especie de mapa que guiará tus acciones. Quién quieres ser, a dónde quieres llegar, qué quieres lograr.
Algunos elementos que debes incluir son:
Definir las áreas de tu vida en las que quieres trabajar; salud física, salud emocional, área profesional, familia, espiritualidad, crecimiento personal, recreativa, intelectual, financiera, etc.
Es importante que tus objetivos o metas se dividan en corto, mediano y largo plazo. Así los logros que obtengas en el corto plazo te servirán de aliciente para seguir trabajando de manera constante.
Elige una o dos metas por cada área que decidas incluir en tu proyecto, si te saturas de objetivos estarás cansada/o antes de comenzar.
Una ves que elijas tus objetivos sería importante que reflexiones sobre la viabilidad de los mismos. Tal vez te encantaría competir en una olimpiadas, pero si ya no tienes la edad adecuada sería trabajar sobre algo irreal, no desperdicies tus energías en cosas que no están a tu alcance. Por otra parte hay cosas que tal vez si puedas conseguir pero no cuentas con los recursos adecuados, por ejemplo tener un trabajo para el que no tienes la preparación adecuada. Aunque en éste momento no sea accesible para ti, aún puedes estudiar y prepararte para conseguirlo. Y ésto se convertiría en otro objetivo para alcanzar lo que quieres.
Uno de los pasos más importantes es definir el por qué de las cosas que quieres lograr, y aquí es donde entra la emoción; no es lo mismo pensar en que tienes que bajar de peso porque comiste demasiado durante las fiestas, a visualizarte teniendo buena salud para poder disfrutar de tus actividades favoritas, disfrutar el jugar con tus hijos, compartir con tu pareja intereses que impliquen actividad física y que en éste momento no te sientes capaz de realizar. Piensa en cómo te vas a sentir cuando puedas hacer ésas cosas que ahora te pierdes y revive esos sentimientos cada vez que tengas que hacer ejercicio o elegir tus alimentos.
Por último, pregúntate en dónde quieres estar dentro de 5, 10 o 15 años, qué quieres estar haciendo, con quién quieres estar, qué tipo de vida quieres tener...quién quieres ser?? Haz de eso tu motor para levantarte cada día con el entusiasmo, las ganas, la actitud y la voluntad de llevar a cabo las acciones necesarias para conseguir todas y cada una de tus metas.
No necesitas complicarte la vida, puedes hacer tu proyecto sólo por escrito, o si eres una persona visual como yo, hazlo en power point, o recorta imágenes de revistas, hazlo a colores, con fotografías, tu imaginación es el límite. Lo primordial es tenerlo en un lugar visible, en donde puedas hacer anotaciones o agregar cosas. Recuerda que es tu guía, el mapa que te llevará paso a paso hasta donde quieres llegar.
Te deseo el mejor de los años y la mejor de las vidas, vamos a trabajar por ello!!!
Y tú...ya tienes un proyecto para tu vida?? Si tienes alguna idea por compartir eres bienvenida/o a hacerlo.
